Quién de vostros no recuerda haber ayudado en la cocina a su madre, abuela, tíabuela... a preparar las clásicas natillas? Yo cuando era pequeña las hacía muy a menudo cuando iba a casa de mi abuela: vacíamos el contenido del sobre, lo mezclamos con la leche, calentamos, enfríamos y tachán... ya están listas! Qué recuerdos! Por aquella época nunca hubiese imaginado que se podían hacer de otra forma que no fuese utilizando ese mágico sobre....cosas de niños...
Esta es la primera vez que las he hecho en casa, sin sobre..., y la verdad es que como muchas otras cosas, merece la pena prepararlas desde cero. Son increíblemente fáciles de hacer. El tiempo y el procedimiento es casi el mismo. Pero el resultado es muchísimo mejor. Hacedlas y ya me diréis.
Ingredientes.
3-4 yemas de huevo, según el tamaño
Medio litro de leche
75 g de azúcar
1 cucharadita de vainilla en polvo
3 cucharadas de maizena
Canela
1 ramita de canela
Galletas
Elaboración
1. En un cazo ponemos la leche y la ramita de canela a calentar. La llevamos a ebullición y dejamos que hierva unos minutos. Después retiramos y dejamos que se enfríe un poco.
2. Mientras tanto batimos con unas varillas las yemas de huevo con el azúcar y la vainilla en otro cazo.
3. Ahora retiramos la ramita de canela y vamos añadiendo la leche a la mezcla de las yemas, poco a poco y removiendo continuamente.
4. Ponemos el cazo al fuego y vamos removiendo hasta que la mezcla espese, pero sin dejar que llegue a hervir.
5. Repartimos en tarritos y decoramos con una galleta y canela.
Velbekommen!
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